¡Hola a todos! Mi nombre es Daniel Gallardo, un padre de 36 años apasionado por pasar tiempo de calidad con mis dos hijos, Daniel de 8 años y Jan de 4. No soy pedagogo, ni psicólogo infantil, solo soy un padre que, como muchos, busca lo mejor para sus hijos. Hoy quiero compartir con vosotros por qué nació jugarconhijos.com, un proyecto que empezó como una necesidad personal y terminó convirtiéndose en una herramienta para miles de familias que buscan ideas para entretener a los niños y mejorar su concentración.
Un Problema Común: La Pantalla como Protagonista
En casa, nuestra historia empezó de una forma que seguramente os resultará familiar. La televisión era la estrella indiscutible de nuestros días. La rutina matutina se convirtió en una batalla: mis hijos apenas abrían los ojos y, sin pensárselo dos veces, corrían al salón en busca del mando. Daniel, el mayor, siempre encontraba cómo sortear las barreras que ponía para limitar las horas de pantalla: escondía el mando, desenchufaba la tele… nada funcionaba.
Las mañanas eran caóticas: desayunos a toda prisa, la mesa sin recoger, y un ritual de vestirse que se prolongaba porque la tele absorbía toda su atención. La escena no mejoraba al mediodía; tras el colegio, comer rápido para volver a sus programas favoritos era la norma. Y como padre, confieso que hasta intentábamos convencernos de que no era tan malo, pensando en el descanso que nos proporcionaba la tele.
Pero entonces llegó el punto de inflexión.
La Decisión de Cambiar: Un Adiós a la Pantalla
Hablando con mi mujer, analizamos cómo la televisión estaba afectando no solo las rutinas, sino también la concentración y creatividad de los niños. Nos dimos cuenta de que la falta de interés en actividades como pintar o resolver rompecabezas no era porque no les gustaran, sino porque la pantalla había acaparado su capacidad de enfocarse en otras cosas. Incluso las profesoras nos comentaron que tanto Daniel como Jan mostraban dificultades para mantener la atención en clase.
Un día tomamos una decisión que marcó un antes y un después: retiramos la televisión del salón. Contra todo pronóstico, mis hijos preguntaron por ella, les dijimos que se habia roto, se conformaron y se pusieron a jugar. Los cambios fueron inmediatos en su comportamiento y atención. De repente, se dedicaban a actividades nuevas, desde pintar durante horas hasta participar activamente en las tareas de casa.
Resultados Positivos: Una Casa Llena de Creatividad y Concentración
Sin la televisión, nuestra casa se transformó. Mis hijos empezaron a interesarse por juegos de mesa, puzzles y libros. Jan, aunque todavía no sabe leer, disfrutaba pasando las páginas y escuchando historias que le contaba. Daniel, por su parte, redescubrió su amor por construir y explorar.
El cambio más sorprendente fue la mejora en su capacidad de concentración. Ya no saltaban de una cosa a otra sin terminar lo que habían empezado. Las peleas por ver distintos programas en la tele desaparecieron, y en su lugar surgieron momentos de juego compartido, donde la diferencia de edad se convirtió en un factor enriquecedor y no en motivo de disputa.
Jugar con Hijos: Una Ventana a Nuestra Experiencia
Fue entonces cuando pensé: «¿Por qué no compartir esto con otros padres?». Así nació jugarconhijos.com, un espacio donde recopilo y organizo ideas para entretener a los niños sin pantallas. Aquí no encontrarás listas genéricas ni recomendaciones sin probar; cada actividad, juego de mesa o proyecto de manualidades que ves en la página es algo que hemos hecho en casa, con las risas, retos y aprendizajes que conlleva.
Los artículos que publico cubren un amplio rango de opciones: desde juegos de construcción que fomentan la creatividad y el trabajo en equipo, hasta materiales para manualidades que despiertan la imaginación. También hablo de juegos para el aire libre, fundamentales para el desarrollo físico y mental de los niños.
La web no solo está pensada para proponer actividades, sino para que los padres puedan entender mejor el impacto que tienen en la concentración y la interacción familiar.
